Fantasmas en Lima
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Fantasmas en Lima
FANTASMAS DE LIMA
Desde el conocidísimo “Cuco”, con el que nuestras madres solían asustarnos de niño si no tomábamos la sopa, hasta el actual mito que rodea la Casa Matusita, son muchas las historias de fantasmas que rodean la ciudad de Lima. En este artículo intentaremos dar un rápido vistazo a las más importantes, o por lo menos, a las más conocidas de estas singulares historias.
Los fantasmas de Ricardo Palma
Si retrocedemos en el tiempo, es imposible no revisar los escritos del tradicionalista, Don Ricardo Palma, quien es sus afamadas “Tradiciones peruanas”, nos cuenta la historia de la llamada Garra Peluda. Dice el tradicionalista, que en la cuadra 6 del Jirón Callao, ubicada en frente a la Iglesia de Santa Rosa de Lima, había antes una imagen de un santo alumbrada apenas por un pequeño farol. Varios aseguran que justamente en esa esquina, una enorme Garra peluda y negra, llamaba a todo paseante que transitara por esa vereda. Lógicamente, aquella garra bien podía ser la sombra producida por el farol de algún objeto extraño, no obstante, en ese entonces, la calle Callao obtuvo el sobrenombre de Calle de la Manita.
La Piedra del diablo
Otra historia de época, sería aquella que explica la extraña presencia de una piedra ubicada en Barrios Altos, conocida hasta la fecha popularmente como La piedra del Diablo, debido a la leyenda que indica que una vez, el diablo, paseando por este populoso barrio limeño, se encontró de pronto con la procesión del Señor de los Milagros, de inmediato, Satanás intentó huir, dando la vuelta, pero notó que por sus espaldas, venía otra procesión, la de la Virgen del Carmen, acorralado, al diablo no le quedó más remedio que escapar introduciéndose en una roca, lo que provocó el extraño agujero que uno puede ver hasta la fecha.
Lógicamente, esta historia, así como muchas otras, tendría una explicación. Se sabe por ejemplo que la piedra no es más que una especie de oráculo de la época prehispánica de Lima, usada generalmente para ritos ceremoniosos. Al parecer, esto era algo que el diablo desconocía.
Si retrocedemos en el tiempo, es imposible no revisar los escritos del tradicionalista, Don Ricardo Palma, quien es sus afamadas “Tradiciones peruanas”, nos cuenta la historia de la llamada Garra Peluda. Dice el tradicionalista, que en la cuadra 6 del Jirón Callao, ubicada en frente a la Iglesia de Santa Rosa de Lima, había antes una imagen de un santo alumbrada apenas por un pequeño farol. Varios aseguran que justamente en esa esquina, una enorme Garra peluda y negra, llamaba a todo paseante que transitara por esa vereda. Lógicamente, aquella garra bien podía ser la sombra producida por el farol de algún objeto extraño, no obstante, en ese entonces, la calle Callao obtuvo el sobrenombre de Calle de la Manita.
La Piedra del diablo
Otra historia de época, sería aquella que explica la extraña presencia de una piedra ubicada en Barrios Altos, conocida hasta la fecha popularmente como La piedra del Diablo, debido a la leyenda que indica que una vez, el diablo, paseando por este populoso barrio limeño, se encontró de pronto con la procesión del Señor de los Milagros, de inmediato, Satanás intentó huir, dando la vuelta, pero notó que por sus espaldas, venía otra procesión, la de la Virgen del Carmen, acorralado, al diablo no le quedó más remedio que escapar introduciéndose en una roca, lo que provocó el extraño agujero que uno puede ver hasta la fecha.
Lógicamente, esta historia, así como muchas otras, tendría una explicación. Se sabe por ejemplo que la piedra no es más que una especie de oráculo de la época prehispánica de Lima, usada generalmente para ritos ceremoniosos. Al parecer, esto era algo que el diablo desconocía.
La Casa Matusita
Lo que sorprende sin embargo, son las historias que a pesar del tiempo aún permanecen en el inconciente popular de las personas. Una de estas historias es sin lugar a dudas, la de la Casa Matusita.
Sobre el origen de este mito hay muchas versiones que sin embargo coinciden en que allí, en ese segundo piso, se llevó a cabo el sangriento asesinato de una familia completa. Hasta la fecha, se dice que todo aquel que ingresa a esa casa puede aún oír los gritos de desesperación y la presencia maligna de los seres que en ella alguna vez la habitaron.
Una de aquellos visitantes, fue nada menos que el presentador de televisión, Humberto Vilchez Vera, quien en la década de los ochentas, apostó que ingresaría a esa casa para probarle a todo el mundo que en ella no había ningún tipo de ente ni fantasma. La historia dice que el hombre luego de pasar la noche allí tuvo que ser internado en un manicomio. No obstante, tiempo después de realizado el hecho, el propio Vilchez publicaría un libro titulado “El cazador de Fantasmas”, en donde señala claramente que él nunca ingresó a la casa y que toda la leyenda suscitada luego de su “arriesgada” aventura no fue sino un fraude para buscar incrementar el rating de su programa.
Aún son muchas las historias que nos falta por describir, están por ejemplo los fantasmas de los marineros alemanes en el Callao, el gringo y el decapitado de la cárcel de la Isla San Lorenzo, los espíritus del Congreso o los del propio Palacio de Gobierno, las de las catacumbas y la del japonés de la Quinta Heren, en Barrios Altos. Mitos y leyendas que al parecer, estarán con nosotros por largo tiempo.
Lo que sorprende sin embargo, son las historias que a pesar del tiempo aún permanecen en el inconciente popular de las personas. Una de estas historias es sin lugar a dudas, la de la Casa Matusita.
Sobre el origen de este mito hay muchas versiones que sin embargo coinciden en que allí, en ese segundo piso, se llevó a cabo el sangriento asesinato de una familia completa. Hasta la fecha, se dice que todo aquel que ingresa a esa casa puede aún oír los gritos de desesperación y la presencia maligna de los seres que en ella alguna vez la habitaron.
Una de aquellos visitantes, fue nada menos que el presentador de televisión, Humberto Vilchez Vera, quien en la década de los ochentas, apostó que ingresaría a esa casa para probarle a todo el mundo que en ella no había ningún tipo de ente ni fantasma. La historia dice que el hombre luego de pasar la noche allí tuvo que ser internado en un manicomio. No obstante, tiempo después de realizado el hecho, el propio Vilchez publicaría un libro titulado “El cazador de Fantasmas”, en donde señala claramente que él nunca ingresó a la casa y que toda la leyenda suscitada luego de su “arriesgada” aventura no fue sino un fraude para buscar incrementar el rating de su programa.
Aún son muchas las historias que nos falta por describir, están por ejemplo los fantasmas de los marineros alemanes en el Callao, el gringo y el decapitado de la cárcel de la Isla San Lorenzo, los espíritus del Congreso o los del propio Palacio de Gobierno, las de las catacumbas y la del japonés de la Quinta Heren, en Barrios Altos. Mitos y leyendas que al parecer, estarán con nosotros por largo tiempo.
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